Pan de molde ecológico, que combina las valiosas ventajas nutricionales de dos plantas, chía y quinoa, con una textura y sabor únicos. Con un delicioso y suave sabor que recuerda a la nuez. Envasado en 2 envases individuales de 250g, este pan puede conservarse casi 3 meses una vez abierto. Apto para veganos. Sin gluten.
Agua, fécula de maíz*, masa fermentada de arroz* (harina de arroz*, agua), 8% harina integral de quinoa*, 4% chia (Salvia hispanica)*, pipas de calabaza*, sésamo*, aceite de girasol*, harina de maíz*, harina de arroz*, pipas de girasol*, cáscara de semilla de psyllium*, harina de linaza*, proteína de guisante, dextrosa*, sal marina, levadura*, espesante: harina de guar*, xantano, especias*. *De cultivo ecológico.
La chía es un alimento que contiene varios nutrientes de interés y resulta fácil de integrar en la dieta habitual.
Es una fuente vegetal de ácidos grasos omega 3 (ácido alfa-linolénico) y también destaca por su contenido en proteínas y fibra. Aporta vitaminas del grupo B, minerales (como el calcio, potasio, magnesio, hierro, cobre y zinc) y otras sustancias antioxidantes. Es, por tanto, una buena fuente de nutrientes y micronutrientes. No contiene gluten.
La fibra que aportan las semillas de chía se alojan en el intestino sin ser digeridas lo que permite que las bacterias buenas alojadas en el intestino se alimenten, ayudando a mejorar la salud intestinal.
Tiene un sabor muy neutro, así que no cambia el sabor de los alimentos a los que acompaña y permite incluirlo en platos tanto salados como dulces. Su textura al entrar en contacto con líquidos adquiere un aspecto gelatinoso y espesante que ayuda a saciar el estómago sin interferir en la digestión. Además, esta sustancia hidrata y lubrica el tracto intestinal, facilitando la expulsión de heces.
Conviene consumirlo según las recomendaciones del etiquetado y en cantidad que no resulte excesiva.
